Volar

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Los pájaros bajan al suelo a buscar comida, a beber o, durante un periodo determinado, para aumentar la especie, pero después de ello, vuelven a volar. Exceptuando el caso del nido, no tienen un lugar fijo donde guarden comida o bebida o duerman, viven sin ataduras, ni siquiera se preocupan por si Dios dejará de cuidarlos [Echad un ojo a mi entrada del otro día], Él hizo las cosas bien para que no nos faltara de nada (otra cosa es que unos acaparen lo de otros).

Os dejo esta canción (y la letra) que una amiga compartió en Facebook, os invito a soltar, dejar todo aquello que os ata, que os quita libertad para volar.

Volar – El Kanka y Rozalén


Volar, lo que se dice volar. Volar, volar, volar, no vuelo.
Volar, lo que se dice volar. Volar, volar, volar, no vuelo.

Pero desde que cambié el palacio por el callejón,
desde que rompí todas las hojas del guión,
si quieres buscarme mira para el cielo
.

Pero desde que me dejé el bolso en la estación
y le pegué fuego a la tele del salón,
te prometo hermano que mis suelas no tocan el suelo.

Solté todo lo que tenía y fui feliz, solté las riendas y dejé pasar.

No me ata nada aquí, no hay nada que guardar,
así que cojo impulso y a volar.

Lo que se dice volar. Volar, volar, volar, no vuelo.
Volar, lo que se dice volar. Volar, volar, volar, no vuelo.

Pero desde que tiré las llaves ya no quiero entrar,
desde que quemé las naves y aprendí a nadar,
si quieres buscarme mira para el cielo.

Pero desde que olvidé el teléfono en un bar,
desde que no tengo nada parecido a un plan,
te prometo hermana que mis suelas no tocan el suelo.

Solté todo lo que tenía y fui feliz,
solté las riendas y dejé pasar.

No me ata nada aquí, no hay nada que guardar,
así que cojo impulso y a volar.

A volar, volar, lo que se dice volar, volar, volar, volar, volar.
(Volar, volar, volar,…)

La nueva comunión

Cita

«El gran acontecimiento del camino de Emaús es la nueva comunión. Alguien escuchó, entendió y se convirtió en amigo. Los dos discípulos perdidos encontraron un nuevo lugar donde los acontecimientos que habían llevado a la tristeza se transformaban en acontecimientos que traían alegría. Se dieron cuenta de que ya no estaban solos. Tras partir el pan con ellos. Jesús desapareció de su lado, porque ellos ya no lo necesitaban allí. Ahora lo conocían con el corazón y lo recordaban y eran libres de volver a Jerusalén a dar la buena nueva a otros. Hay reciprocidad en lo que a recibir la presencia de Dios se refiere. Brindar apoyo y fortalecer a otra persona que lucha en en el camino nos aporta apoyo y fortaleza a nosotros mismos»

Henri J.M. Nouwen, El discernimiento, Sal Terrae 2014, p. 177